Kaiseki: el arte japonés de comer con calma
- Grupo Seratta
- 6 nov
- 2 Min. de lectura
En un mundo donde todo sucede con prisa, OMM propone detener el tiempo. Su propuesta se inspira en el Kaiseki, la forma más pura y refinada del arte gastronómico japonés. Más que una cena, es una experiencia sensorial, donde cada plato cuenta una historia y cada detalle tiene un propósito.

¿Qué es el Kaiseki?
El Kaiseki es la expresión más elevada de la gastronomía japonesa. Nació en los templos zen como un ritual de simplicidad y equilibrio, y con el tiempo evolucionó en la alta cocina de Japón.A diferencia de un menú tradicional, el Kaiseki se presenta como una secuencia de pequeños platos diseñados para conectar el cuerpo, la naturaleza y el espíritu.
Cada preparación es un reflejo de la estación del año, del estado de ánimo del chef y del respeto por el ingrediente. No se trata solo de comer, sino de contemplar, sentir y saborear con calma.
Una experiencia que trasciende el plato
En OMM, el Kaiseki: arte japones de comer con calma, en Bogotá se reinterpreta con una mirada contemporánea. Cada paso del menú está diseñado para llevar al comensal por un viaje de sensaciones:de lo sutil a lo intenso, de lo fresco a lo cálido, de lo terrenal a lo espiritual.
El ritmo del servicio, la presentación de los platos, la luz, la música y hasta la vajilla crean una experiencia japonesa integral que invita a desconectarse del ruido exterior y reconectarse con el presente.
La técnica y el fuego: el equilibrio perfecto
El menú degustación de OMM combina la precisión de la cocina japonesa con la fuerza del fuego y la parrilla, evocando la robata tradicional.Cada plato pasa por un proceso artesanal donde el control de la temperatura, la textura y el punto exacto del ingrediente determinan su esencia.
Este equilibrio entre técnica, arte y emoción convierte la experiencia en algo único dentro de la alta gastronomía de Bogotá.
Comer despacio, vivir el momento
El Kaiseki enseña que el lujo no está en la abundancia, sino en la atención plena.Cada bocado, cada aroma y cada silencio forman parte de un ritual que nos recuerda que la verdadera experiencia gastronómica está en vivir el presente.
En OMM, este principio se convierte en una invitación a disfrutar sin prisa, a saborear la calma.




Comentarios